Túnez
La “Primavera Árabe” se inicia en Túnez con “la Revolución de los Jazmines”. En un mes, el pueblo ha acabado con veintitrés años de dictadura. Durante las protestas, hubo ciento quince muertos –cifra de la ONU-, la mayoría eran jóvenes campesinos de la zona sur del país, que fueron asesinados por miembros de la policía.
El 14 de enero de 2011, huye del país el presidente Ben Alí. En las calles de la capital, miles de personas protestan contra el partido gobernante. Quieren conseguir una sociedad libre y democrática. Piden que el dictador regrese a Túnez para ser juzgado por sus crímenes. Se enfrentan a la policía gritando que “El poder pertenece al pueblo”.
Todo empezó cuando el 17 de diciembre de 2010 un joven de 26 años se autoinmoló frente a un edificio oficial en la localidad de Sidi Bouzid, después de un incidente con las fuerzas del orden. Este licenciado en informática estaba en paro y se ganaba la vida como vendedor ambulante de frutas y verduras. Humillado porque le escupieron y le insultaron, Mohamed decidió que valía más la pena morir que vivir en la miseria. La policía confiscó su mercancía porque no disponía de la licencia correspondiente. Su gesto dramático provocó una ola de simpatía que llevó a sus vecinos a manifestarse en la calle para denunciar a las autoridades. La protesta fue reprimida por la policía, y la dinámica acción-reacción hizo el resto.
Todo empezó cuando el 17 de diciembre de 2010 un joven de 26 años se autoinmoló frente a un edificio oficial en la localidad de Sidi Bouzid, después de un incidente con las fuerzas del orden. Este licenciado en informática estaba en paro y se ganaba la vida como vendedor ambulante de frutas y verduras. Humillado porque le escupieron y le insultaron, Mohamed decidió que valía más la pena morir que vivir en la miseria. La policía confiscó su mercancía porque no disponía de la licencia correspondiente. Su gesto dramático provocó una ola de simpatía que llevó a sus vecinos a manifestarse en la calle para denunciar a las autoridades. La protesta fue reprimida por la policía, y la dinámica acción-reacción hizo el resto.
Aritz Eusebio Prieto
El Caso de Libia
Tras seis meses de revueltas; el régimen libio se desmorona acabando con 40 años de dictadura del coronel Muammar Gaddafi. El arresto de un activista provoca las protestas de los ciudadanos. Treinta y ocho personas resultan heridas, cuando la policía intenta dispersar a varios centenares de manifestantes que reclaman ante la comisaría de Bengasi la puesta en libertad del detenido. La policía emplea gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los centenares manifestantes que, armados con piedras, queman coches para protestar.
Las protestas continúan y en el Día de la Ira se producen graves disturbios. Las autoridades amenazan a los manifestantes con la pena capital, pero éstos empiezan a tomar ciudades libias. Con la ayuda de mercenarios procedentes del sur del país y gracias a su aplastante superioridad militar, las tropas de Gaddafi frenan el avance de los rebeldes. El 17de marzo la ONU autoriza los bombardeos para proteger a civiles. Los líderes occidentales lanzan un ataque por aire y mar contra el régimen. Así, aviones franceses y británicos bombardean las posiciones de Gadafi en los alrededores de Bengasi, lo que obliga al ejército a retirarse hacia los enclaves petrolíferos. Mientras, buques estadounidenses lanzan un fuerte ataque sobre los enclaves de Gadafi en Trípoli. El conflicto militar se estanca, con ambos bandos luchando por las decisivas localidades petroleras. La OTAN aumenta la intensidad de sus ataques ante la impaciencia de algunos aliados, pese a que a cambio aumentan las denuncias del régimen de víctimas civiles muertas en sus bombardeos. Tras meses sin apenas resultados los rebeldes se hacen con el práctico control de la capital y luchan por capturar a Gadafi. Este y su familia huyen a Sirte, su ciudad natal, donde fallece, poniendo punto y final al conflicto.
Las protestas continúan y en el Día de la Ira se producen graves disturbios. Las autoridades amenazan a los manifestantes con la pena capital, pero éstos empiezan a tomar ciudades libias. Con la ayuda de mercenarios procedentes del sur del país y gracias a su aplastante superioridad militar, las tropas de Gaddafi frenan el avance de los rebeldes. El 17de marzo la ONU autoriza los bombardeos para proteger a civiles. Los líderes occidentales lanzan un ataque por aire y mar contra el régimen. Así, aviones franceses y británicos bombardean las posiciones de Gadafi en los alrededores de Bengasi, lo que obliga al ejército a retirarse hacia los enclaves petrolíferos. Mientras, buques estadounidenses lanzan un fuerte ataque sobre los enclaves de Gadafi en Trípoli. El conflicto militar se estanca, con ambos bandos luchando por las decisivas localidades petroleras. La OTAN aumenta la intensidad de sus ataques ante la impaciencia de algunos aliados, pese a que a cambio aumentan las denuncias del régimen de víctimas civiles muertas en sus bombardeos. Tras meses sin apenas resultados los rebeldes se hacen con el práctico control de la capital y luchan por capturar a Gadafi. Este y su familia huyen a Sirte, su ciudad natal, donde fallece, poniendo punto y final al conflicto.
Leticia Barrero
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